La composición de la leche materna se adapta a las necesidades del lactante y varía a lo largo de la lactancia, a lo largo del día, e incluso a lo largo de cada toma.
El calostro es la primera leche, es más amarillenta, contiene gran cantidad de proteínas e inmunoglobulinas (sustancias antiinfecciosas) y aporta muchas calorías en pequeño volumen. Es el alimento ideal para los primeros días, ya que el tamaño del estómago del recién nacido es pequeño y necesita realizar tomas frecuentes de poca cantidad.
La composición de la leche también cambia durante la toma. Al principio contiene más agua y lactosa, mientras que al final de la toma tiene mayor contenido en grasa.