Problemas más frecuentes

Damos respuesta a los problemas más frecuentes a los que se puede enfrentar una madre lactante y su bebé

Perlas de leche

La «perla de leche» es un pequeño punto blanquecino, nacarado, que aparece en el pezón y que produce un dolor agudo y penetrante durante la succión del bebé. Es consecuencia de la obstrucción de la desembocadura de un conducto en el pezón.

Para facilitar que se rompa se recomienda aplicar calor local antes de las tomas. En muchas ocasiones el calor húmedo y la succión del bebé logran que la perla de leche desaparezca en unos días. Si no se rompe, se puede pinchar con una aguja estéril. Por el riesgo de infección es aconsejable que esta maniobra la realice un profesional sanitario (médico, matrona, enfermera).

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Comité de Lactancia Materna
N. Marta Díaz-Gómez

Mi hijo me muerde

Los niños pueden morder el pecho por diferentes razones (molestias de la dentición, dolor, descubrir qué pasa…). Se puede recurrir a distintos métodos para evitarlo, todos encaminados a hacerle entender que duele y que si sigue haciéndolo no podrá continuar alimentándose al pecho.

  • Decir ¡No! de manera seca y clara (mensaje verbal)
  • Poner cara muy seria mirándole a la cara (mensaje no verbal)
  • Quitarle el pecho de la boca, pero seguir con el niño en brazos.

Después se le ofrecerá de nuevo el pecho, diciéndole “no me muerdas”. Puede ser necesario repetirlo unas cuantas veces, pero al final aprenderá la lección.

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Comité de Lactancia Materna
Blanca Espínola Docio

Alergia e intolerancia a las proteínas de leche de vaca

Estos cuadros se pueden desencadenar cuando al bebé amamantado se le da leche artificial, o por el paso a la leche materna de las proteínas de leche de vaca (PLV) procedentes de los lácteos que toma la madre.

En la alergia la ingesta de PLV desencadena una reacción inmunológica mediada por IgE, que se puede manifestar por síntomas digestivos, cutáneos, respiratorios y anafilaxia. Se habla de intolerancia a las PLV cuando no hay un mecanismo inmunológico comprobado. En ambos casos se deben suprimir los lácteos de la dieta materna. La mayoría de los niños desarrollan tolerancia antes de los 3 años de edad.

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Comité de Lactancia Materna
Laura San Feliciano Martín

Los baches de lactancia o la «crisis de los 3 meses»

Los baches o crisis de lactancia son episodios transitorios en los que hay mayor demanda de leche por parte del bebé (mama continuamente, está inquieto, llora,…. ) y la madre se nota los pechos menos llenos, por lo que interpreta que no tiene suficiente leche.

Generalmente coinciden con periodos de crecimiento rápido del niño. Se suelen presentar a las 3, a las 6 semanas y a los 3 meses de vida (crisis de los 3 meses).

Si se empiezan a dar biberones, disminuye la producción de leche y la situación empeora. La solución es ofrecer más al pecho para aumentar la producción de leche y adecuarla a las necesidades del niño.

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Comité de Lactancia Materna
Blanca Espínola Docio

Rechazo del pecho. Huelga de lactancia

– Rechaza siempre el mismo pecho: Descartar problemas en el agarre o la postura, mastitis, molestias en el niño (fractura de clavícula, dolor de oídos, reacción postvacunal,..).

– Rechaza ambos pechos (huelga de lactancia): Descartar el “Síndrome de confusión de pezón” derivado del uso de chupetes y biberones, aversión oral por experiencias desagradables (aspiración, sondaje), cambios en las rutinas, el olor de la madre o el sabor de la leche,… Hay que tratar de identificar la causa para darle solución, aumentar el contacto piel a piel, ofrecer el pecho en un sitio tranquilo, con el bebé adormecido, no muy hambriento, en posición de crianza biológica.

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Comité de Lactancia Materna
Marta Costa Romero

Aumento de peso lactante

La preocupación por el peso es muy frecuente, pero en la mayoría de los casos todo va bien. Se debe tener en cuenta que:

  • Muchas patrones de crecimiento disponibles han sido confeccionados con niños que recibieron lactancia artificial. Las gráficas de la OMS, elaboradas con niños alimentados al pecho (http://www.who.int/childgrowth/es/), son las más adecuadas para valorar el crecimiento de los lactantes.
  • Es más importante:
    • La ganancia de peso a lo largo de un periodo de tiempo, que el peso en un momento determinado.
    • La valoración clínica del niño: aspecto, vivacidad, si moja más de 5 pañales diarios,…
  • El crecimiento del niño debe controlarlo el pediatra en la consulta. Pesar al niño en la farmacia puede inducir a error.
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Comité de Lactancia Materna
Susana Ares Segura

Llanto. Cólico del lactante

Hasta que se desarrolla el lenguaje, el llanto es la forma de comunicación de los bebés, que indica una necesidad, pero no siempre significa hambre.

Los cólicos del lactante son episodios vespertinos de llanto intenso de al menos 3 horas de duración, tres o más noches a la semana, durante al menos tres semanas, en un lactante por lo demás sano. Se ha relacionado con: inmadurez intestinal, intolerancia a las proteína de leche de vaca, temperamento, …. Se recomienda responder precozmente al llanto y tomar al bebé en brazos. Se puede intentar calmarlo ofreciéndole el pecho. No se debe sacudir al bebé, ya que empeora la situación y puede lesionarlo gravemente.

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Comité de Lactancia Materna
Marta Costa Romero

Preocupación sobre la cantidad de leche

Las situaciones más frecuentes cuando la madre cree que tiene poca leche son las siguientes:

  • La posición del niño o el agarre no es adecuado. Lo ideal es que alguien experto en lactancia evalúe la toma y corrija los errores.
  • El bebé hace pocas tomas o se limita la duración.
  • La madre tiene leche, pero como no sale a chorros, ni moja los empapadores, cree que tiene poca.
  • El bebé está pasando por un periodo de crecimiento rápido y necesita comer más («baches o crisis de crecimiento«). La solución es ponerlo más al pecho para que aumente la producción de leche y se adecue a lo que el niño demanda.
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Comité de Lactancia Materna
Susana Ares Segura

Obstrucción de un conducto lácteo

Vaciado defectuoso de un lóbulo mamario, generalmente por mala técnica de lactancia o por utilizar sujetadores que producen compresión excesiva Manifestaciones: bulto doloroso y enrojecimiento de la piel de esa zona, sin fiebre ni síntomas generales. Tratamiento: aumentar frecuencia de las tomas, calor local previo, mejorar el vaciado del lóbulo colocando al lactante de forma que su lengua quede en contacto con la zona afecta y realizar durante la toma masaje del área en dirección al pezón. Si es necesario completar el vaciado con sacaleches tras la toma. Importante usar sujetador adecuado.

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Comité de Lactancia Materna
N. Marta Díaz-Gómez

Mastitis

Inflamación de los lóbulos mamarios por retención de leche no resuelta, acompañada o no de infección, generalmente bacteriana (Staphylococcus aureus). Se manifiesta por dolor intenso, signos inflamatorios locales y síntomas generales (fiebre, escalofríos, malestar general, …). Se han descrito variantes con pocos signos inflamatorios y mastitis recidivantes. Es recomendable analizar la leche para identificar la infección. La leche del pecho afectado no tiene ningún efecto perjudicial en el niño. El vaciado del pecho es fundamental en el tratamiento, mediante tomas frecuentes seguidas de extracción manual (http://www.youtube.com/watch?v=JXJpHFIIcA8) o con sacaleches (http://www.youtube.com/watch?v=_ljMAsdKRJQ). Los analgésicos-antiinflamatorios son necesarios, y en muchos casos el tratamiento antibiótico.

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Comité de Lactancia Materna
N. Marta Díaz-Gómez

Grietas e ingurgitación

Grietas: Es una causa frecuente de abandono de la lactancia por el dolor que producen. Generalmente se deben a mala técnica de lactancia o anomalías anatómicas en el bebé (frenillo labial o lingual, micrognatia). Es importante un buen agarre, modificar la posición del bebé al mamar y mantener los pezones al aire y secos.

Ingurgitación: Ocurre cuando se produce más leche de la que el lactante extrae: con la “subida de la leche”, si se amamanta con horarios rígidos o se ofrecen suplementos innecesarios. Manifestaciones: aumento del tamaño del pecho y dolor. Tratamiento: vaciar con frecuencia el pecho y analgésicos. Si la areola está muy tensa conviene aplicar con los dedos una ligera presión, durante unos minutos, para disminuir el edema y facilitar el agarre (técnicas de presión inversa suavizante http://ullmedia.udv.ull.es/view_item.php?item=K987BXAR54AA&type=videos&collection=74).

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Comité de Lactancia Materna
Ana Gimeno Navarro

Tengo el pezón plano o invertido, ¿podré dar de mamar?

La mayoría de formas y tamaños de pezones permiten amamantar sin dificultades, pero algunos pueden dificultar el agarre y necesitan ayuda durante los primeros días.

En el caso de pezones planos pero elásticos, es necesario que el bebé abra mucho la boca e introduzca gran parte de la areola. Así, al iniciar la succión, se crea un vacío y el pezón va saliendo. En ocasiones se pueden utilizar dispositivos para sacar el pezón por medio del vacío.

Cuando se trata de un pezón invertido «verdadero», no protráctil (al apretar alrededor de la aréola el pezón se hunde hacia dentro del pecho), es más difícil conseguir que el niño se agarre bien, pero no imposible. Es importante recibir ayuda especializada desde el principio.

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Comité de Lactancia Materna
Blanca Espínola Docio

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