Por los cambios en los hábitos de vida (poca actividad al aire libre, con ropa y protectores solares) las madres que amamantan no sintentizan la cantidad suficiente de vitamina D para cubrir las necesidades de su hijo. Por ello los lactantes menores de un año deben recibir 400 UI/día de vitamina D.
La producción de vitamina K en el recién nacido es baja y el aporte a través de la leche materna es variable. Para prevenir el síndrome hemorrágico del recién nacido, se debe administrar vitamina K después del nacimiento.
Las madres vegetarianas deben tomar suplemento de vitamina B12. Si la madre no lo toma se debe suplementar al niño, para evitar los graves problemas que puede condicionar el déficit de vitamina B12 en el lactante.