No deber comer determinados alimentos porque cambia el sabor de la leche o porque al niño le darán gases.
Realidad: Los cambios en el sabor de la leche según los alimentos ingeridos por la madre, favorecerá que el bebé acepte los nuevos sabores cuando se introduzca la alimentación complementaria. Ningún alimento consumido por la madre provoca gases en el niño.