La lactancia materna y la práctica de deporte son compatibles.
El ejercicio físico moderado, practicado de forma regular, no tiene ninguna repercusión negativa en la composición ni el volumen de leche. No son recomendables los deportes con riesgo de traumatismos en la mama. En el puerperio inmediato no se debe practicar la natación.
Se aconseja realizar el ejercicio tras amamantar, utilizar un sujetador de deporte, hacer un calentamiento previo e incrementar la intensidad del ejercicio progresivamente. También se recomienda aumentar la ingesta de líquidos e hidratos de carbono complejos.
Las madres que deseen perder peso pueden combinar el ejercicio físico con una restricción calórica moderada, siguiendo una dieta equilibrada.