Las situaciones de separación o divorcio durante la lactancia son cada vez más frecuentes conforme aumenta el número de mujeres lactantes. En estas circunstancias es importante que los padres velen por el bienestar de sus hijos, anteponiendo el interés de los hijos a los suyos propios y eviten el chantaje emocional.
La mejor manera de proteger la lactancia y el desarrollo emocional del hijo, es fomentar el vínculo con el padre sin afectar el vínculo con la madre y el amamantamiento.
Para mantener la lactancia se recomienda adaptar el régimen de visitas, cambiando los periodos largos de separación de la madre (vacaciones o fines de semana) por periodos más cortos equivalentes (tardes o mañanas) que permitan disfrutar al niño de todo a lo que tiene derecho.